Lo que está creado tiene forzosamente un creador
Shaikh Abu Abdillah Abderahman Ibn Nasr As-Sa’di
¡Que Allah tenga misericordia de ti! Sabe que…
Aquel que observa este universo celestial y terrestre, todas las criaturas que se encuentran en él y todos los acontecimientos que suceden en él, podrá darse cuenta, después de meditar, de que las hipótesis racionalmente plausibles son tres:
1.- Que las criaturas existen por ellas mismas sin diseñador ni creador. Esta hipótesis es imposible, la razón afirma necesariamente la invalidez. Es cierto que los individuos que pensasen que esto es posible están más cerca de la locura que de la razón dado que toda persona sensata sabe que nada puede existir sin un diseñador.
2.- Que las criaturas se crearon así mismas. Racionalmente, esto también es necesariamente imposible. Toda persona sensata afirma categóricamente que nada puede crearse por sí solo.
3.- Puesto que las dos hipótesis precedentes son inválidas desde el punto de vista de la razón y del instinto. Se deduce pues, que solo la tercera es posible. Que las criaturas y los acontecimientos fueron creados por un diseñador. Se trata del Gran Señor, quien creó absolutamente todo, quien es absolutamente libre de actuar como le parezca y quien dirige absolutamente todo. Es por ello que Allah –alabado y ensalzado sea-, en la aleya siguiente, hizo alusión a esta clasificación racional clara a los ojos de toda persona sensata:
“¿Fueron creados de la nada o son ellos los creadores? ¿Crearon los cielos y la tierra? No, no están convencidos (de hecho no tienen ninguna certeza)”. (52:35-36)
• Lo que es creado requiere pues, necesariamente un creador.
• Todo efecto requiere necesariamente una causa.
• Todo lo que existe requiere necesariamente un diseñador.
• Todo lo que es fabricado requiere necesariamente, un fabricante.
• Y todo acto realizado requiere necesariamente, un actor.
Éstos son los elementos básicos y evidentes de los cuales todas las personas sensatas son unánimes.
Este punto es el más importante de las declaraciones racionales, y toda persona que duda a su respecto o no está convencida de su carácter lógico, da prueba de su inconsistencia y de su ignorancia.
Fuente: Extraído del libro, cómo conocí a Allah, Ediciones Dar Al Muslim.
Traducido por Ummu Khattab Al Andalusiya
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