¡Oh tú musulmán!

"¡Oh tu musulmán! ¿Elegiste el camino de la verdad, por amor y obediencia a tu Señor, o te dejaste llebar por las pasiones que invadieron a tu alma? No vendas tu religión, por los adornos de éste mundo sino será tu perdición, lucha con tu interior y sigue la religión, como se te ordenó por tu Señor. ¿Qué disfrutes y delicias tendrás aquí que no pierdas después de tu muerte y que durante tu vida de acá poco te sacien? Busca, musulmán, la felicidad del más allá y no te enciegues con la falsedad de shaytan. Sigue el Corán y la Sunna, según entendieron los Predecesores Piadosos y no temas a nadie, sino Allah, y no esperes, sino la paz y la felicidad por la eternidad."

La juventud: problemas y soluciones (P4)

Los problemas que encuentra el corazón de los jóvenes


El corazón muerto no está sujeto a ningún problema ni insuflación [susurro] diabólico contrarios a la religión, ya que es un corazón muerto, perdido, y el diablo no quiere nada de él. Por ello se dijo a Ibn Mas’ud o Ibn ‘Abbas –que Allah esté complacido con ellos- que los judíos decían que no se desconcentraban en sus oraciones, es decir que no les venía ningún pensamiento que les despistase, y él dijo: “Dijeron la verdad, qué haría el diablo en un corazón en ruina?”.

Pero si el corazón está vivo y hay en él un poco de fe, el diablo le ataca sin cesar y le insufla ambigüedades contrarias a su religión que son de entre las cosas más mortales [para el corazón] si el siervo se somete [a ellas]. También intenta hacerle dudar respecto a su Señor y su creencia, y si encuentra en ese corazón una debilidad, toma el control hasta hacerle salir de la religión. Pero si encuentra en el corazón fuerza y resistencia, el diablo huye dando la espalda, humillado y despreciable.

Estas ambigüedades que el diablo insufla en el corazón del hombre no le perjudicarán en nada si utiliza el remedio adecuado informado por el Mensajero de Allah –la paz y las bendiciones de Allah sean con el-.

Ibn ‘Abbas –que Allah esté complacido con el- relató que un hombre fue a ver al Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- y le dijo: “A veces me sugiero cosas a mí mismo, y preferiría ser quemado en estado de carbón antes de pronunciarlas [en voz alta]”. El Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- dijo: “Alabado sea Allah por aplazar la astucia del diablo”. (Abu Dawud)

De los hombres entre los compañeros [as-sahaba] fueron a preguntar al Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- y le dijeron: “Oh Mensajero de Allah, a veces sentimos cosas de las cuales no osamos hablar”. Él dijo: “¿Incluso mientras las sentís?”; ellos respondieron: “Sí”. Él respondió: “Esa es la fe sincera”. (Muslim) Es una fe sincera porque esa ambigüedad que os alcanza, que rechazáis, y que os parece inmensa, no perjudica de ninguna manera a vuestra fe, al contrario, es el signo de que vuestra fe es sincera y no sufre de ninguna falta.

El Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- dijo: “El diablo va a uno de vosotros y le dice: “¿Quién creó esto? ¿Quién creó esto?” Hasta que dice: “¿Quién creó a Allah?” Si el siervo llega a ese punto, que busque la protección en Allah y cese de pensar”. (Al-Bukhari y Muslim) Y en otro hadith: “Que diga: “Creo en Allah y en Sus mensajeros”.

Y en otro hadith: “Di: “Él es Allah, el Único. Allah, Aquel que prescinde de todo y de Cuyo todos tienen necesidad. Jamás engendró ni fue engendrado. Nada se le asemeja”. Luego que escupa tres veces en su izquierda y busque protección en Allah contra el diablo maldito”. (Abu Dawud)

En estos hadices, los compañeros [as-sahaba] describieron al Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- la enfermedad, y él les describió el remedio que consiste en cuatro cosas:

1.- Cesar de pensar en esas ambigüedades, es decir pensar en otra cosa y olvidarlas como si no hubiesen existido, y ocupar el espíritu con pensamientos sanos.

2.- Buscar la protección en Allah contra esas ambigüedades y contra el diablo maldito.

3.- Decir: “Creo en Allah y en Sus mensajeros”.

4.- Decir: “Él es Allah, el Único. Allah, Aquel que prescinde de todo y de Cuyo todos tienen necesidad. Jamás engendró ni fue engendrado. Nada se le asemeja”. Luego escupir tres veces en la izquierda y decir: “Busco la protección en Allah contra el diablo maldito”.



Confusión acerca del destino


De entre las cuestiones por las cuales los jóvenes son enfrentados y delante de las cuales permanecen confusos, está la cuestión de la predestinación, dado que la creencia en la predestinación es uno de los pilares de la fe sin el cual la fe no está completa. Ello consiste en creer que Allah –alabado y ensalzado sea- conoce todo lo que está en los cielos y en la tierra y que Él predestinó todo, como Él dice:

أَلَمْ تَعْلَمْ أَنَّ اللَّهَ يَعْلَمُ مَا فِي السَّمَاءِ وَالأَرْضِ إِنَّ ذَلِكَ فِي كِتَابٍ إِنَّ ذَلِكَ عَلَى اللَّهِ يَسِيرٌ

“¿No sabes que Allah conoce lo que hay en los cielos y en la tierra? Todo está [escrito] en un Libro. Es muy fácil para Allah”. (22:70)

El Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- prohibió polemizar o debatir sobre el destino. Abu Huraira –que Allah esté complacido con el- relató: “El Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- vino a vernos mientras que estábamos debatiendo sobre el destino. Se enfadó a tal punto que su cara se puso roja y dijo: “¿Es esto lo que se os ha ordenado o es para esto para lo que se me envió a vosotros? Los que [vinieron] antes que vosotros perecieron cuando debatieron sobre esto…”. (At-Tirmidi)

Estudiar demasiado la cuestión del destino y polemizar al respecto hace caer al hombre en un laberinto del cual no puede salir. El camino de la protección consiste en que te apegues al bien y hagas esfuerzos para realizar lo que se te ordenó, dado que Allah –alabado y ensalzado sea- te dio la razón, una comprensión, te envió profetas y te reveló con ellos los Libros. Allah –alabado y ensalzado sea- dice:

لِئَلاَّ يَكُونَ لِلنَّاسِ عَلَى اللَّهِ حُجَّةٌ بَعْدَ الرُّسُلِ وَكَانَ اللَّهُ عَزِيزاً حَكِيماً

“[Enviamos a estos] mensajeros, anunciadores [de buenas nuevas] y advertidores, para que los hombres no pudieran alegar ningún pretexto ante Allah después de la venida de los mensajeros. Allah es Poderoso, Sabio”. (4:165)

Y cuando el Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- dijo a sus compañeros que el lugar de cada persona en el Paraíso o en el Infierno estaba ya escrito, ellos dijeron: “¡Oh Mensajero de Allah! ¿No debemos reposar en lo que nos ha sido destinado y abandonar los actos?” Él dijo: “Obrad y cada uno verá su camino facilitado hacia la felicidad, se le facilitarán las obras de los bienaventurados, y aquel que sea de los perdedores, se le facilitarán las obras de los perdedores”. Después el Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- recitó:

فَأَمَّا مَنْ أَعْطَى وَاتَّقَى (5) وَصَدَّقَ بِالْحُسْنَى (6) فَسَنُيَسِّرُهُ لِلْيُسْرَى (7) وَأَمَّا مَنْ بَخِلَ وَاسْتَغْنَى (8) وَكَذَّبَ بِالْحُسْنَى (9) فَسَنُيَسِّرُهُ لِلْعُسْرَى (10)

“A Quien da y teme a Allah, y cree en la más bella recompensa, le facilitaremos la vía más fácil. En cuanto al que es avaro, se dispensa [de adorar a Allah] y desmiente la más bella recompensa, le facilitaremos la vía hacia la más grande dificultad” (92:5-10)

El Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- les ordenó obrar y no les permitió reposar en lo que les fue destinado, dado que para aquel que fue escrito que será de la gente del Paraíso no podrá ser de ellos sino realiza las obras de la gente del Paraíso; y aquel que le está escrito que será de la gente del Infierno no será de ellos sino comete sus actos. El hombre tiene los medios para actuar, ya que él sabe en sí mismo que Allah –alabado y ensalzado sea- le dio la elección de obrar y le predestinó: realizar tal acto o dejarlo.

Así, el hombre desea viajar y viaja; quiere instalarse [en un lugar] y se instala; ve el fuego y huye, ve una cosa deseable y va hacia ella. De igual manera [sucede] con los actos de obediencia y desobediencia, el hombre los lleva a cabo o los abandona por elección.


Y dos problemas se plantea la gente respecto al destino:


El primero: El hombre ve que realiza las cosas y las abandona por elección, sin sentir la más mínima obligación. ¿Cómo se puede conciliar eso con la creencia de que toda cosa fue predestinada y decretada por Allah?

Respuesta: Si reflexionamos sobre los actos y los movimientos del hombre, veremos que son el resultado de dos cosas: una voluntad, es decir una elección [de realizar tal cosa] y la capacidad de hacerlo. Sin estas dos cosas, el acto no existiría. La voluntad y la capacidad, las dos, fueron creadas por Allah, dado que la voluntad es una fuerza psíquica y la capacidad, una fuerza física. Si Allah quisiera, privaría al hombre [ser humano] de la razón y no tendría ninguna voluntad, o le privaría de capacidad [física], entonces sería incapaz de actuar. Si el hombre decide hacer una cosa y la realiza, sabemos con certeza que Allah lo quiso y predestinó, sino Él habría desviado de él esa intención o habría puesto un obstáculo entre él y la realización.

Se preguntó a un beduino: ”¿Cómo conociste a tu Señor?” él respondió: “Por la disipación de las voluntades y el alejamiento de las intenciones”.

El segundo: Algunos no entienden cómo el hombre puede ser castigado por haber cometido actos de desobediencia, mientras que le fueron escritos y no puede alejarse de lo que le fue predestinado.

Respuesta: Decimos que si dices eso, te falta decir también que el hombre es recompensado por la realización de los actos de obediencia, mientras que cómo puede ser recompensado por ello si le fue destinado y no puede sustraerse? No es justo que hagas del destino un argumento para los pecados y no para los actos de obediencia.

Segundo elemento de respuesta: Allah –alabado y ensalzado sea- refutó este argumento en el Corán, de hecho es un dicho sin conocimiento, Él dice:

سَيَقُولُ الَّذِينَ أَشْرَكُوا لَوْ شَاءَ اللَّهُ مَا أَشْرَكْنَا وَلاَ آبَاؤُنَا وَلاَ حَرَّمْنَا مِن شَيْءٍ كَذَلِكَ كَذَّبَ الَّذِينَ مِن قَبْلِهِمْ حَتَّى ذَاقُوا بَأْسَنَا قُلْ هَلْ عِندَكُم مِّنْ عِلْمٍ فَتُخْرِجُوهُ لَنَا إِن تَتَّبِعُونَ إِلاَّ الظَّنَّ وَإِنْ أَنتُمْ إِلاَّ تَخْرُصُونَ

“Los politeístas dirán: “Si Allah hubiese querido, ni nosotros ni nuestros ancestros Le habríamos asociado, ni habríamos declarado nada prohibido”. Es así como sus predecesores trataron [a los mensajeros] de mentirosos hasta que gustaron Nuestro rigor. Di: “¿Tenéis alguna ciencia que podáis mostrarnos?” No seguís sino conjeturas y mentís”. (6:148)

Allah –alabado y ensalzado sea- mostró que los que trataban el destino como un argumento para justificar su politeísmo gustaron Su castigo, y si su argumentación hubiese sido correcta, no hubieran gustado Su castigo. Luego Allah ordenó a Su Profeta –la paz y las bendiciones de Allah sean con el- que les desafiara en aportar una prueba de la autenticidad de lo que decían, y Él mostró que no tenían ninguna prueba sobre ello.

Tercer elemento de respuesta: Decimos que el destino es un secreto oculto que solo Allah conoce hasta que se realiza. ¿Cómo el pecador puede saber que Allah le destinó tal desobediencia si no [lo sabe] hasta que lo comete? ¿No es posible que se le haya prescrito un acto de obediencia, entonces por qué no prefiere la obediencia por la desobediencia y no se dice [así mismo]: Allah me destinó que debo obedecer?

Cuarto elemento de respuesta: Decimos que Allah privilegió al hombre dotándole con la razón y la comprensión, revelándole los Libros y enviándole profetas; Él le mostró lo que era beneficioso y nocivo y le dio la voluntad y la capacidad por las cuales él emprende uno de los dos caminos. ¿Por qué la persona desobediente emprende el camino nocivo en vez del camino beneficioso? Éste, si debe viajar hacia un país del cual conducen dos caminos, uno siendo fácil y seguro y el otro difícil y peligroso, no va a elegir necesariamente el camino fácil y se decanta por el del camino difícil y peligroso con el pretexto de que es lo que Allah le escribió? Si él lo hiciese y utilizase el pretexto de que Allah le escribió eso, la gente lo tomaría como un simple loco. Es exactamente lo mismo con el camino del bien y del mal. Que el hombre emprenda el camino del bien y no se equivoque el mismo emprendiendo el camino del mal con el pretexto de que Allah le escribió eso.

Del mismo modo, vemos a la gente capaz de ganarse la vida haciendo todo lo que pueden y no permanecen quietos sin hacer nada tomando al destino como excusa.

¿Entonces cuál es la diferencia entre el esfuerzo por este mundo y el esfuerzo por la obediencia a Allah? ¿Por qué haces del destino un argumento para abandonar la obediencia y no para abandonar las obras por este mundo?

La cuestión es que no se puede ser más claro, pero las pasiones ciegan y vuelven sordo.

Fuente:

من مشكلات الشباب – por Sheikh Ibn Salih Al-Uthaymin
Traducido por Ummu Darda Al Andalusiya

PD: Las partes precedentes se enviaron anteriormente. Si desea leer todo el texto completo en PDF Clíque aquí





















































































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